Love after war
Interscope (2011)
**1/2
David Broc
Después de la publicación de su cuarto álbum, Sex threapy: The session, donde sorprendió a todos con un pronunciado giro hacia posiciones más urbanas, mezcla resolutiva de R&B impetuoso y rap para todos los públicos, el cantante y productor Robin Thicke se convirtió, oficialmente, en una opción más que fiable para plantarle cara a Justin Timberlake en la lucha por reinar en el R&B blanco del momento. Pero los resultados comerciales y el impacto de ese salto expresivo no fueron los esperados ni deseados, de ahí que en Love after war el vocalista norteamericano se plantee un drástico cambio de rumbo que desmienta con rotundidad y claridad las comparativas con Timberlake y le permitan rastrear otro nicho de mercado. Y quiere hacerlo rápido, sin marear la perdiz: An angel on each arm y I’m an animal, las dos canciones de apertura, buscan inspiración en el funk-soul de los setenta, dos trallazos retro, vistosos, eufóricos, en los que Thicke se emplea a fondo para dejarle claro a quienes dudaban de él que hay vida, fuerza y solidez más allá del falsete.