Vitamia
Harmonia Mundi (2011)
***1/5
Fernando Neira
Hablar de Testa como el equivalente transalpino de Leonard Cohen tiene algo de lugar común, pero esa calurosa voz de barítono sabio propicia un paralelismo casi perfecto. El de Cavallermaggiore también comenzó a frecuentar los estudios de grabación a edad tardía (su primer disco lo rubricó con 37 años; ahora tiene 53 y va por el séptimo) y, al igual que nuestro canadiense favorito, no acostumbra a escribir una sola línea que deba escaparse sin su correspondiente reflexión. Pero, por si fuera poco, la preciosidad que inaugura este trabajo, Nuovo, está dedicada “al mio piccolo Principe delle Asturie”. Su hijo pequeño, Nicola, pero también el recientemente galardonado autor de Chelsea hotel.
“Nueva como esa palabra que desconozco / Tan nuevo que si te llamo y no respondes / más fuerte, siempre más fuerte / te llamaré”. Testa a veces susurra y otras eleva una voz arenosa, pero súbitamente punzante como un puñal (Sottosopra, Cordiali saluti). A veces conviene llamar a las cosas por su nombre, de manera que nuestro cantautor italiano introduce, casi por vez primera, las guitarras eléctricas en su paleta sónica. Pero la poesía, aunque tenga regusto amargo, siempre gana la partida. Lele, la historia de una mujer que arroja la toalla y se deja morir, es, con sus espléndidos arreglos de cuerda, el punto culminante de un disco agriculce. Como la vida misma.