(La semana pasada explicamos qué es un meme porque, vista la ineludible relevancia que tiene este formato en la cultura actual, era necesario hablar de ellos. Como es un concepto tan poco conocido como instantáneamente reconocible, dejamos el enlace al post con la definición para el lector que quiera consultarlo.)
Si Twitter es, burdamente dicho, el garito de moda donde todo el mundo quiere parecer ingenioso y Tumblr, la tarima a la que se sube la gente a la que le gusta escucharse es en gran medida porque Facebook ya había ocupado el hueco de plataforma donde el usuario habla de sí mismo. Y, con la excepción de vídeos y noticias muy personalmente interpretados, así se ha utilizado. Lo ajeno (ya fuera una idea, una creación o un comentario) sólo permeaba los perfiles de los usuarios cuando les afectaba más o menos directamente. Y aun entonces, se recibía con algún "Me gusta" o algún comentario y no siempre se compartía.
Eso ha cambiado estas semanas.
Pongamos que es una mañana reciente en el Facebook de un usuario cualquiera. Entre los estados de "me voy de viaje" o "estoy haciendo paella para los amigos"; entre los enlaces a noticias; entre los vídeos musicales de un amigo que asegura sentirse "muy así" hoy, aparece esto.
No es que haya una relación entre el amigo que ha publicado esa imagen y la perversa critatura que vive bajo el Pacífico ideado por H. P. Lovecraft. Esto es una manifestación, gloriosamente denotativa, del nihilismo político experimentado por muchos votantes en esta campaña electoral.
Más estados ("me muero de ganas de ver Tintín", "me voy a poner a planchar, ahí lo dejo"), más autopromoción de una página a la que se regaló un "Me gusta" en un renuncio, y más enlaces más tarde, pongamos que aparece esto:
No es que Cthuluh o la intolerancia a los gais o las reflexiones literario-sexuales del director de cine John Waters sean excepciones. Son memes (ideas repetidas una y otra vez en un espacio cerrado relevantes sólo para miembros de ese espacio), un fenómeno ancestral en Internet que hasta ahora ha estado relegado a webs como 4Chan o Canvas y a redes sociales de menor vocación individual. Acaban de irrumpir en Facebook. Son imágenes más políticas, menos íntimas, más planificadas y con más tendencia a la viralidad que lo que se veía hasta ahora en este remanso de pornografía personal donde las imágenes se limitaban las desventuras nocturnas de unos amigos, los bebés recién nacidos de otros e, inevitablemente, envidiables viajes a enclaves icónicos de todos. No se está pervirtiendo la utilidad principal de Facebook, pero sí alterando sus principios.
¿De dónde viene esta moda?
Está más que comprobado que intentar desgranar qué factores hay detrás de un fenómeno viral es una perdida de tiempo. Requiere tal alquimia de sociología, tecnología y esoterismo, obedece a mentalidades tan efímeras, que ningún analista serio se atrevería a aseverarlo a ciencia cierta. Pero esto no es un fenómeno viral aislado. Es un cúmulo de ellos. Una tendencia perfectamente achacable a, al menos, cuatro novedades:
1) El propio Facebook. En septiembre, la red social impuso (con sangre, como siempre) una serie de cambios de su interfaz que iban más allá del mero capricho. Su nuevo algoritmo desechó los decanos elementos que hasta entonces dictaban qué actualización era relevante y cuál no: número de "Me gusta", de comentarios, de clics, cuántas veces se ha usado el disimulado botón de "compartir"... Eso ya no es tan relevante. Ahora prima lo nuevo, lo reciente. Da igual cuántas veces se entre a Facebook al día, es más difícil que nunca ver la misma actualización dos veces
Esto ha disipado el miedo de muchos usuarios a publicar demasiadas cosas en un espacio corto de tiempo. Es más, el nuevo Facebook parece alentar la actualización frecuente. Y, una vez satisfecha la necesidad de titulares personales, la gente tiende a empezar a hablar de lo ajeno.
Si además se ve, como ahora destaca Facebook junto a un botón de "compartir" mucho más accesible, que ha sido compartida varias veces (como la imagen a continuación), lo más probable es que el usuario sienta ganas de compartirla. Le pasó, el 16 de octubre tras las manifestaciones de protesta por todo el mundo, a esta imagen:
2) Facebook se ha hecho más visual. Ya se ufanaron de ello los mandamases de la página cuando anunciaron los cambios. Antes, por cada imagen aparecía un icono reducido, prácticamente indescifrable para todo el que no hiciera clic para ampliarlo. De poder leer un texto que acompañase a la imagen ni hablamos. Ahora las fotos aparecen varias veces más grandes, más incluso que los vídeos de YouTube que antes aparecían en un espacio destacado. Leer la imagen, y el texto que ahora suele acompañarlas, no requiere hacer nada. Su recepción es, por tanto, más visceral.
Lo decisivo de este cambio es obvio. Porque, ¿qué sentido tenía hasta ahora publicar esta imagen si nadie iba a leer el texto?
3) La cultura del meme visual está más que asentada. Estas imágenes no son nuevas. Páginas como 4Chan llevan años generándolas (su creación más famosa, los LOLCats, se tradujo en una empresa millonaria). Con lo cual cabe esperar que las imágenes que ahora llegan a Facebook estén más refinadas y sean más atractivas. Añadir a esto que el manejo de las páginas generadoras de potenciales memes (como Quick Meme o Meme Generator) ha sido lo suficientemente probado por usuarios de otras webs como para que cualquiera pueda usarlo. Es tan fácil como coger una imagen (llamada macro, porque no tiene sentido sin el texto), añadirle unas palabras relevantes para quienes la vayan a leer, y hacer click.
4) Son tiempos convulsos. Tenemos a dos candidatos electorales caldeando el ambiente de izquierda a derecha con mensajes contundentes. Tenemos a un sinfín de partidos con ideas propias, una crisis cuando menos económica y un think tank callejero y abastracto como el 15-M (u Ocupa Wall Street o como se prefiera) y una compleja relación con el statu quo reducible a "rechazo". En otras palabras, tenemos motivos de sobra para jalear nuestra ansia de expresión y de ser escuchado.
Es muy difícil explicar, como se ha intentado tantas veces, las desigualdades políticas, la intransigencia social y la angustia de la clase media en los 400 y pico caracteres que permite un estado de Facebook. Pero si se publica esto...
... se está expresando el mismo mensaje a un público más amplio. No es casualidad, entonces, que de públicos amplios vaya precisamente Facebook.
Que Facebook previera esta oleada de memes y se prepara acorde es altamente improbable. Cuando se abrió a aplicaciones diseñadas por los usuarios, no se vieron venir el éxito de FarmVille. Pero al final no les importa. Su interés es que la gente pase más tiempo en la página, no cómo lo hagan. Y en este caso lo han vuelto a conseguir.
Por muy repetitivas que suenen ya la palmaditas sobre la espalda de los trabajadores de la inabarcable red social, estamos hablando entonces de un éxito.
Hay 10 Comentarios
Artículo más que interesante, sobre todo teniendo en cuenta que, al parecer, si no estás en Facebook, simplemente no estás. http://unmundocultura.blogspot.com/
Publicado por: Un Mundo Cultural | 08/11/2011 9:41:19
¿de donde viene la moda de no utilizar signos de interrogacion?O lo que es lo mismo de no escribir correctamente...
Publicado por: lucas | 07/11/2011 9:34:12
Es una forma de expresar ideas de manera rápida y eficaz. Sin necesidad de meter textos de por de medio. La gente que tienes en el face es normalmente gente cercana, a la que le va el mismo tipo de humor "generacional"
Aprende a seducir mujeres haciendo click al link que encontrarás sobre mi nombre.
Publicado por: Aprende a seducir | 07/11/2011 8:28:42
Me parece un artículo muy interesante. Lástima que lo leí ya en la revista digital Slate el día 3, donde apareció de modo prácticamente idéntico. Recomiendo jugar al lector a las siete diferencias: http://www.slate.com/articles/technology/technology/2011/11/facebook_images_why_your_feed_is_crammed_with_visual_gags.html
Publicado por: Mar | 07/11/2011 7:18:16
Aparte de la errata del "logaritmo", hemos cambiado dos erratas más. Están a continuación, entre paréntesis:
"... son imágenes más políticas, menos íntimas, más planificadas y con más tendencia a la viralidad que lo que se veía(n)..."
"... estamos (de) hablando entonces de un éxito ..."
Gracias.
Publicado por: Tom C. Avendaño | 07/11/2011 1:35:19
Lo que ya he dicho anteriormente, que cambien de una vez lo de "comentar" y lo dejen en criticar, a los 3 listos de los logaritmos les iba a encantar... de todo el articulo solo se quedan con eso, corriendo raudos a comentarlo para demostrar lo listos que son.... te han pillado Tojm, asi que a flagelarte ahora mismo!!
Publicado por: Jose | 06/11/2011 22:33:29
logaritmo? base dos, base 10 o neperiano?? va a ser lgoritmo, colegui
Publicado por: zaphod bleebox | 06/11/2011 22:02:45
Así que un logaritmo... ¿No será tal vez un algoritmo? Hay que saber de qué se habla muchacho.
Publicado por: Miulo | 06/11/2011 21:08:11
Tom, te lo dije en persona, pero te lo repito aquí. Me molan mucho tus posts. :)
Publicado por: Rosa J.C. | 06/11/2011 20:46:16
No es lo mismo logaritmo que algoritmo.
Publicado por: kana | 06/11/2011 20:23:20