Informe, Firma, Nirvana.

03 oct 2011

El sueño de Nirvana

Nirvana
El periodista Rafa Cervera fue testigo en 1992 de la visita de Nirvana a Valencia.
Más tarde conoció también a Courtney Love. Coincidiendo con el vigésimo aniversario de Nevermind, la obra maestra de la banda de Seattle, escribe esta pieza sobre sus encuentros con el trío.

 

Un karaoke a altas horas de la noche puede ser el principio de la línea que separa la ilusión de la realidad. Una pantalla de vídeo reproduciendo canciones de los Beatles mientras el bajista de Nirvana canta emocionado y algo piripi, en una madrugada de verano, el primer día de julio de 1992. Poco antes, Dave Grohl y Kris Novoselic, acompañados por miembros de Teenage Fanclub, pedían comida vegetariana en una pizzería de Valencia, ciudad en la que actuaban al día siguiente. El batería y el bajista del grupo de rock más importante del momento comportándose como podrían hacerlo dos de tus amigos.

Porque en el verano de 1992, Nirvana eran el grupo más importante del momento, y para algunos, del mundo por la hazaña que habían protagonizado. Habían legitimado el otro lado del rock gracias al éxito arrollador de Nevermind  y el hecho de que todo el mundo supiera quiénes eran, de que salieran en los telediarios y en la prensa generalista, era un orgullo para quiénes vivíamos inmersos en ese otro lado donde los Pixies, Sonic Youth, Breeders, Dinosaur Jr, Teenage Fanclub y Mudhoney hacían música real que el mundo despreciaba. Y de repente, allí estaba Novoselic con sus casi dos metros de altura intentando cantar She Loves You bajo los efectos de un considerable melocotón.

Nirvana2 

El siguiente tramo de esa línea divisoria se reveló a la mañana siguiente. Kris y Dave probaron sonido por su cuenta en la Plaza de Toros; horas después lo haría Kurt Cobain acompañado por su preñada esposa, Courtney Love. La relación entre ambas partes era la imprescindible. Una decepción que pesaba más que la resaca. Uno deseaba que todo fuera perfecto para el grupo que había dado un nuevo significado al término punk y había logrado lo que los punks del 77 no consiguieron: conquistar el mundo con un hit innegable. Cuando se dejaba ver por el backstage, Cobain tenía mala cara, y Courtney simplemente daba miedo. Ellos también eran como todo el mundo, solo que no podías acercarte. Esa noche Nirvana tocó, y en cierto modo a muchos de los que estábamos allí nos pareció estupendo porque eran Nirvana, aunque la actuación fuese poco más que correcta. Pero se les perdonaba porque habían venido para salvar al mundo de Mariah Carey y Warrant. Fue por ellos grupos como Pavement, Urge Overkill, Screaming Trees, Superchunk y Hole atrajeron la atención de los cazatalentos y de los medios de comunicación. El underground veía transferida su cantera de talento al mainstream como no lo hacía desde finales de los 70. Puede que solo veinte años después, cuando cualquier internauta puede escuchar a cualquier grupo por muy subterráneo que éste sea, así como saber de él a través de blogs, vídeos y fotos, todo esto pueda parecer una solemne tontería, pero en 1992 las cosas eran así y a lo mejor eso significaba que todavía podíamos tener una actitud romántica hacia nuestra música.

Hole1994 
El siguiente tramo de la línea divisoria llega una noche de primavera de 1995, cuando Hole actuó en Madrid por primera vez. Llegaron casi un año después de que Cobain se hubiese pegado un tiro porque, quién nos lo iba a decir, nuestro héroe no soportaba estar vivo, y mucho menos aún la presión que suponía haberse convertido en un ídolo para las masas. Esa tarde, Eric Erlandson y Melissa Auf Der Maur aceptaban ser entrevistados siempre y cuando se respetara un luto que tardarían en abandonar. Así y todo resultaba absurdo comprobar como, por más que nos centráramos en Live Through This, segundo y excelente álbum de Hole, todas las respuestas acababan conduciendo a la tragedia ante la cual enmudecían. Horas después, en Aqualung, Hole ofrecía un concierto desgarrado y Courtney Love oficiaba como viuda doliente, ese papel que nadie tiene derecho a negarle pero que durante un tiempo explotó y exageró con ese punto chabacano que a veces tiene. Como esa noche, cuando mirando en dirección al cielo,  invocó al difunto en una perorata que con Patti Smith hubiera resultado perfecta pero que en este casi rozó lo patético.

Kurt 
Solo seis años después de aquella noche de julio en el que miembros de Nirvana y Teenage Fanclub recorrían entusiasmados Valencia buscando bares abiertos para seguir de juerga, la música pop había cambiado radicalmente. Ya lo dijo Santa Teresa y lo constató Capote: cuidado con tus plegarias porque puede que sean atendidas. Los triunfos de Nirvana eran historia, en el buen y en el mal sentido. El grunge se había convertido en un tópico y la saturación de bandas de guitarras era insoportable. Las multinacionales empezaban a despedir a muchos de los grupos que tan alegremente habían contratado pensando que repetirían el éxito del trío de Seattle. El britpop y el trip hop habían reemplazado al grunge y al indie rock. Y sin embargo, nada de todo eso hubiera sido posible sin Nirvana. Con su éxito alteraron el modo en que público e industria percibe el pop, con toda su espontaneidad, su rabia y sus ganas de transgredir. Con Cobain se fue también la inocencia de quienes creíamos que las ilusiones pueden sobrevivir a la realidad. Un día de julio de 1998, en un exclusivo hotel madrileño, Hole atendía a los medios españoles para presentar Celebrity Skin. Courtney había llegado con un séquito (niñera, peluquera, estilista, secretaria...) que parecía pensado para competir con Madonna. Había que firmar un contrato por el cual se aceptaba no preguntarle por una serie de asuntos (el estreno del documental de Nick Broomfield que la acusaba de haber organizado la muerte de su esposo estaba reciente) y a cambio ella era amable con sus los periodistas.  Comparecía junto al resto del grupo y hasta aceptaba hacerse fotos con los entrevistadores. Fotos y anécdotas aparte, lo cierto es que Celebrity Skin es un disco que, como todos los que ha hecho desde 1994, no está a la altura de lo que podría haber sido.

Se promocionaba algo que apenas tenía ya que ver con nada de lo que significó Nevermind. La vida, no obstante, siguió su curso y la música pop siguió dándonos artistas en los que poder creer. Porque de eso es de lo que se trata, aunque ya se haya cruzado más de una vez esa línea divisoria.

 

 

 

 

Hay 4 Comentarios

rip kurt cobain. nevermind sigue siendo una referencia y clasico. y dave grohl que grande con foo fighters!

Hola tocayo. El año de la actuación de Hole en Aqualung es 1995, errata corregida. Gracias por tu comentario. Un saludo

Hola tocayo. El año de la actuación de Hole en Aqualung es 1995, errata corregida. Gracias por tu comentario. Un saludo

Hay fechas que no cuadran...dices que Hole vino a Madrid en primavera de 1994, un año después del suicidio de Kurt....Kurt Cobain se suicidó en abril de 1994, así que algo falla....hablas de Melissa Auf Der Mauer en esa época....Ella no estaba en Hole en el año 1994....Tu artículo es una broma, no?

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